Publicada originalmente por la editorial tapatía Paraíso Perdido, la primera obra de Olivia Teroba fue impresa y terminada por el equipo de Integra, usando papel especial para la portada y agregando un gran cuidado en el armado de cada ejemplar.
En Un lugar seguro –obra ganadora del premio Emmanuel Carballo 2018– Olivia Teroba se mueve con soltura entre la narración cotidiana, la crónica y el ensayo personal, dando como resultado un libro tan singular como íntimo, que mediante una escritura esmerada y precisa comparte con los lectores una parte de su pensamiento y experiencia vital. Igualmente, lo mismo en su llegada a la Ciudad de México que en su natal Tlaxcala, comparte tanto sus influencias y obsesiones literarias, como las dificultades de todo tipo que vienen aparejadas con la vocación de la escritura.
«Escribir como una forma de alejarse de la pesadez. Para quebrar de golpe la necia igualdad de los días. Para reconectarse»
A partir de temas tan diversos como la crónica de su abuelo orgulloso de ser tlaxcalteca, las presiones para conformarse a un ideal estético experimentada cuando adolescente, la relación de su madre con un hombre abusivo que la despoja sistemáticamente de su patrimonio, y un viaje minucioso por la obra de Elena Garro, entre muchos otros, Teroba da voz a una mirada en extremo sensible, que parecería cobrar su sentido pleno al ser plasmada como palabra escrita, pues, como nos dice en uno de los ensayos del libro: «Buscar dentro de las neurosis cotidianas, de la serie de actos insignificantes que se traducen como inactividad. ¿Qué puede haber en este vacío, en esta nada? ¿Empieza ahí la literatura? Escribir como una forma de alejarse de la pesadez. Para quebrar de golpe la necia igualdad de los días. Para reconectarse».